
Paralelamente se desarrolló un inédito rescate arqueológico en el terreno, que permitió la exploración de más de 20 mil metros cuadrados, cuyo propósito fue salvaguardar los objetos con valor patrimonial y así contribuir a relevar la historia de la ciudad, previa al terremoto de 1939.
Para ello durante 18 meses, equipos compuestos por arqueólogos; conservadores y maestros, trabajaron en los terrenos del San Juan de Dios; desarrollando una labor sin precedentes en la Región.
Una vez finalizado este requerimiento del Consejo de Monumentos Nacionales, se dio inicio a las obras formales.

Actualmente el proyecto está en fase de ejecución de fundaciones y aisladores sísmicos, por ello, se instalarán 6 grúas plumas, con el objetivo de garantizar la eficiencia en términos de logística y distribución de los materiales.
Desde que comenzaron las faenas, la obra no ha detenido su ejecución, actualmente cerca de 300 personas trabajan en el lugar, adoptando todas las medidas de seguridad recomendadas por la autoridad sanitaria.